Esta vez la verdad fue más evidente, reforzada por el efecto del alcohol. Vicente Cuzco, un líder del grupo, se puso de pie, colocó su brazo sobre mis hombros y me susurró: “Te llamamos patroncito porque no naciste de una mujer india.” No necesité más explicaciones. 5. ¿Con qué límite de identificación se enfrentó el autor? ¿Puede pensar en otros límites que estén más allá de nuestro control? La propiedad de un arma El haber vivido en una aldea africana logró que tomáramos conciencia del efecto de
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